26 octubre 2005

El poder relativo del tiempo.

El tiempo acaba siempre borrando las heridas. El tiempo es una lluvia paciente y amarilla que apaga poco a poco los fuegos más violentos. Pero hay hogueras que arden bajo la tierra, grietas de la memoria tan secas y profundas que ni siquiera el diluvio de la muerte bastaría tal vez para borrarlas. Uno trata de acostumbrase a convivir con ellas, amontona silencios y óxido encima del recuerdo y, cuando cree que ya todo lo ha olvidado, basta una simple carta, una fotografía, para que salte en mil pedazos la lámina del hielo del olvido.


Extracto de "La lluvia amarilla", de Julio Llamazares.

Es un texto "De perogrullo", pese al común pensamiento de la gente, que se atasca con el tópico "el tiempo lo cura todo". Está muy bien dicho, hasta poético, y está muy bien sacado. Sólo añadir que, el hecho cierto de que hay cosas con las que no puede el tiempo, no tiene nada de malo, y sí mucho de bueno.

Seguimos copiando.... :-p no te vayas, sigue escribiendo de vez en cuando.... :-)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El tiempo no lo cura todo, desgraciadamente, ni lo bueno ni lo malo. Pero sí da otra perspectiva y hace q los sentimientos se vayan diluyendo un poco y no tengan la intensidad de siempre, pero pa eso tb tienes q ayudarle, xq a veces el tiempo "mitifica" cosas, te aferras a ellas cuando ni siquiera son reales....
bsos

Anónimo dijo...

solo quiero que me expliques porque la crisis no es a los treinta como me decias en mejor sin palabras pues ahora ya me rompiste todos los esquemas que me había hecho después de nuestra última charla sobre el tema.

Anónimo dijo...

Hablaré de ello en un próximo post dedicado al tema... :-)

Suele ocurrir alrededor de los treinta, pero no tiene que ver expresamente con cumplir esa edad... creo que ya lo discutimos en su momento. :-)

Me explayaré sobre el tema, muy peliagudo. Por cierto, Bienvenido, David. Tu comentario sobre el post "Daguti" es acojonante