La amistad y sus miserias.

Las amistades no son inalterables, porque el tiempo va haciendo que cada uno nos vayamos modelando (con nuestras propias vivencias y la influencia variable de la gente que nos rodea), así que es fácil, previsible y hasta sano y adecuado, que quienes estan a nuestro lado hoy no lo estén mañana. Con las amistades sucede más intensamente que con el amor, ya que, creo yo, en pareja se influyen y adaptan y modelan uno al otro con más potencia, con lo cual en teoría el vínculo debería ser más resistente.

Y es que, al crecer, vamos haciéndonos más autosuficientes (o al menos vamos creyendo que deberíamos serlo) y ya no nos vale cualquier persona para socializarnos. No hay esa necesidad de la tierna infancia, preadolescencia y adolescencia. Ya sabemos que basta tener un puñadito de amigos de verdad, y que si no eliges bien, te darán el coñazo sin límite. Además, vamos aprendiendo a decir que no.

Por eso, la gente que tiene más facilidades sociales (lo que yo llamo simplemente personalidad "comercial") y consigue durante su vida ser "fácilmente elegible" por los demás para ser su amigo, normalmente se hartan de ser tan guays para tanta gente, y se hartan de que gente que no es tan guay, les considere guays y procure las ventajas de su cercanía. Vamos, que el que mola se harta de molar, y viceversa también: el que no mola se harta de no molar y se envenena, molando evidentemente cada vez menos.

Simplemente, la personalidad es algo demasiado complejo para valorarlo de un vistazo, y hace falta tener una "fachada" que permita a los demás captar en cuatro trazos nuestra esencia positiva, porque si no, no conectaremos. Y esta fachada molona hay gente que la prepara bien, (aún sin pensar en ello) y otros que no: se muestran sombríos, intensos, tristes, etc... y resumiendo, no son comerciales. Aún a pesar de ser (quizá) gente con enormes valores, y con el defecto enorme y cruel para ellos de no haber configurado bien su fachada.

Esos plastas deben ser guays por dentro, quien sabe, pero yo ahora tengo mucha pereza para descubrir "maravillas ocultas". Así que pista, que me estás dando calor.

La vida es dura, qué carajo.