Esa etiqueta cortiiiiisima y descriptiva al 100 % se me ocurrió al contestar rápidamente a Lorena, por SMS, a su pregunta "¿qué tal el carrazo?". El día que fuí a por él, (a Ponferrada) me quedé por mi pueblo y volví a Gijón por la noche. Así que, como no me vió, se le ocurrió preguntarme en un mensaje. Y yo pensando la forma de responder mucho en poco espacio, dí con la frase: "El buga es un maquinón: La Bestia Bella".LBB Ya obra en mi poder, desde hace varios meses. Y ya he tenido tiempo de adaptarme a él y descubrir todas sus peculiaridades, sus defectos y sus puntos fuertes. El coche es maravilloso: sus defectos son triviales y lo evidente son sus virtudes. Es una máquina y aún hoy al subirme a él me genera un cosquilleo raro... :-p por más que me diga y me autoconvenza de que es "sólo un coche".
Estoy aún impresionado de él. Es más de lo que pensaba, y con los días de uso su "idoneidad" para mi se agiganta. Ya "me veo" con él. Es un Alfa Romeo 156 berlina 1.9 JTD 105 Cv. Hermoso, impecable, de color Azul cosmo metalizado, que viene a ser un azul muy oscuro, como con pintitas brillantes. Gasta muy poco. Pero muuuuy poco. Acostumbrado a mi vetusto R21 2000 de gasolina, la diferencia es un mundo. En 10 años me ahorro todo un kilo, que se dice pronto. Y si me dá por aumentar el número de kilómetros anuales, (que me dará) aún me ahorraré más.
Otras diferencias son su evidente categoría, la elegancia de su interior y sobre todo, la suavidad de marcha, el silencio a bordo, la ausencia total de vibraciones y de grillos, y la sensación de seguridad con la que toma las curvas. Su límite dinámico está muy lejos. Mucho más lejos que mi valor para pisarle. Tiene un aplomo tremendo en carretera.
Pero la diferencia esencial es su infinita belleza. Agrandada por el hecho cierto de que mi vetusto R21 era horriblemente feo. Sin quererlo me subo a un nuevo status: su categoría, clase y elegancia se me contagian. Hace pensar a los que me ven, que soy más interesante de lo que parecía ser con el R21. Es así, sin paños calientes. Por un lado es una sensación fea: yo soy "el mismo". Pero por otro lado, es mejor que ahora parta de un nivel superior de, digamos, "aceptación social". No es cuestión que la gente piense sin más que soy un triunfador por el coche, pero sí que es la cuestión de que el coche ahora no es ningún lastre. Ninguna etiqueta negativa.
Y toda ésta demagogia parte de que, simplemente, me he comprado el coche que me gustaba. He querido y he podido comprarme el coche que realmente me gustaba, y nada más. Y como cada día con él me convence de que es una buena compra, de ahí viene todo eso.
Porque por un lado me joden mucho dos de las cosas que suelo escuchar desde que lo tengo: "¿no será demasiado arroz para tan poco pollo?" (... y digo yo... ¿poco pollo? ¿Cómo que poco pollo?) , y "¿Cuanto te costó?". Como si el coche de uno tuviera una secreta relación con el status social que se "tiene que tener" por limitaciones de la nómina. Como si hubiera que comprarse el coche "adecuado" a tu status. Como si el status tuviera algo de relevante, y como si la nómina fuera determinante para ello. Así que tenemos que todo en tu vida ha de estar en consonancia con tu nómina. Que la nómina te lo determina todo.
Yo no lo creo: mi nómina es una cadena a la que estoy atado, pero dentro de ella tengo muchas posibilidades de maniobra, de personalización de mi vida con arreglo a mi personalidad. Con mi nómina no puedo hacer muchas cosas. Pero si me privo de unas, puedo hacer otras. No hay ninguna regla sobre cómo ha de administrar cada cual su patrimonio. Mi nómina me sitúa en un nivel "relativamente bajo" socialmente, pero mi nómina no me cuelga del cuello "para todo" un cartel luminoso que diga "éste es pobre".Porque yo tengo una alta autoestima, muy por encima de mi nómina. Y me niego a que mi nómina defina que he de ser "pobre", bruto, anti-metrosesual, etc... la nómina no es tan poderosa. Reconozco que parece un coche por encima de mis posibilidades, pero no es así. He hecho números, he valorado muchas cosas, me he tomado mi tiempo (un largo año de rastreo y documentación) y me lo he pensado mucho. Me privo voluntaria y tranquilamente de muchas cosas, (por ejemplo de viajar, lo cual me ahorra muuuucha pasta. Y de fumar) tengo pocos vicios, me gustan los coches, me gusta conducir, y por fin a la tercera, tengo el coche que me gusta. Y exactamente el que me gusta.
Y mis amigos lo notan: cuando lo han visto, amén de quedarse boquiabiertos, (porque el coche es, sobre todo de un primer vistazo, ab-so-lu-ta-men-te acojonante) me han dicho que me ven en él, que me pega, y que me lo merezco. Toma ya. :-) Y que les lleve a dar una vueltecita, claro.
Las fotos son gentileza de la gran Lorena García Toyos. Oh, si.
21 marzo 2005
LBB: La Bestia Bella...
Publicado por
Ramma
en
10:18 p. m.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario